lunes, 20 de julio de 2009

ONANISMO Y RESTAURACIÓN








"Primera muestra de una auténtica vocación política lo es, en todo tiempo, que un hombre renuncie desde el principio a exigir aquello que es inalcanzable para él."
Stefan Zweig (1881-1942), escritor austriaco.



UNO

Es un "deja vù". Como el comienzo de"El Dieciocho Brumario de Luis Napoleón Bonaparte", las repeticiones de la historia son "farsas". La meliflua parquedad de las primeras palabras que se escucharon, inundaron la sala de atávicas admoniciones , que, creíamos no volver a sacudirnos.Estábamos en un "Estado de Excepción", el "ángel" volvió a mirar hacia atrás y vió "un paisaje de ruinas". Ese caracter dialéctico implica, como categoría"patafísica", trascender, ese "estado de Excepción" en la regla que asiente el progreso ;ese "salto" que asegure esa "dis-continuidad",romper los estereotipos y abrir los senderos de la redención.Son "Victorias Pírricas", seguramente, con esa amargura virginal, que invade las voluntades des-corazonadas del traginar místico de las grandes mayorías. Esa "refundación", esa vuelta a "lo político", se balancea en los estertores de la "maquinaria sistémica", que agudiza renovando sus panoplias "dis-cursivas" y "con-vence" en la batalla semiótica, como David contra Goliat.


DOS

La tragedia.

"Goethe ha dicho con aserción, nuestras virtudes cultivan
a su vez nuestras falencias"
Friedrich Nietzsche


"Todo lo que existe merece perecer"

Goethe Fausto
parte uno escena tres
El Gabinete de Fausto



Los personajes se repiten , de "tragedia a farsa". La historia se recicla, como el mito del eterno retorno(Mircea Elíade). Los recuerdos que no permiten "redención" flagelan las almas débiles y las dejan a merced de sus "inconcientes fallidos".
Esto escribía Marx en 1852...
"
En esas revoluciones, la resurrección de los muertos servía, pues, para glorificar las nuevas luchas y no para parodiar las antiguas, para exagerar en la fantasía la misión trazada y no para retroceder ante su cumplimiento en la realidad, para encontrar de nuevo el espíritu de la revolución y no para hacer vagar otra vez a su espectro.

En 1848-1851, no hizo más que dar vueltas el espectro de la antigua revolución, desde Marrast, le républicain en gants jaunes, que se disfrazó de viejo Bailly, hasta el aventurero que esconde sus vulgares y repugnantes rasgos bajo la férrea mascarilla de muerte de Napoleón. Todo un pueblo que creía haberse dado un impulso acelerado por medio de una revolución, se encuentra de pronto retrotraído a una época fenecida, y para que no pueda haber engaño sobre la recaída, hacen aparecer las viejas fechas, el viejo calendario, los viejos nombres, los viejos edictos (entregados ya, desde hace largo tiempo, a la erudición de los anticuarios) y los viejos esbirros, que parecían haberse podrido desde hace mucho tiempo. La nación se parece a aquel inglés loco de Bedlam que creía vivir en tiempo de los viejos faraones y se lamentaba diariamente de las duras faenas que tenía que ejecutar como cavador de oro en las minas de Etiopía, emparedado en aquella cárcel subterránea, con una lámpara de luz mortecina sujeta en la cabeza, detrás el guardián de los esclavos con su largo látigo y en las salidas una turbamulta de mercenarios bárbaros, incapaces de comprender a los forzados ni de entenderse entre sí porque no hablaban el mismo idioma. «¡Y todo esto -suspira el loco- me lo han impuesto a mí, a un ciudadano inglés libre, para sacar oro para los antiguos faraones!» «¡Para pagar las deudas de la familia Bonaparte!», suspira la nación francesa. El inglés, mientras estaba en uso de su razón, no podía sobreponerse a la idea fija de obtener oro. Los franceses, mientras estaban en revolución, no podían sobreponerse al recuerdo napoleónico, como demostraron las elecciones del 10 de diciembre. Ante los peligros de la revolución se sintieron atraídos por el recuerdo de las ollas de Egipto, y la respuesta fue el 2 de diciembre de 1851. No sólo obtuvieron la caricatura del viejo Napoleón, sino al propio viejo Napoleón en caricatura, tal como necesariamente tiene que aparecer a mediados del siglo XIX.

La revolución social del siglo XIX no puede sacar su poesía del pasado, sino solamente del porvenir. No puede comenzar su propia tarea antes de despojarse de toda veneración supersticiosa por el pasado. Las anteriores revoluciones necesitaban remontarse a los recuerdos de la historia universal para aturdirse acerca de su propio contenido. La revolución del siglo XIX debe dejar que los muertos entierren a sus muertos, para cobrar conciencia de su propio contenido. Allí, la frase desbordaba el contenido; aquí, el contenido desborda la frase.
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¿Toda aproximación con la historia(realidad), es mera coincidencia?. Esa "pastiche" de la inventiva histórica, mayastático auge de los vencedores, nos plantea demasiados interrogantes y menos respuestas. (Señores, la realidad no existe). Me da placer estudiar a Roland Barthes, digo estudiar, por que a Barthes se necesita "aprenderlo", esos des-varíos, esa "Boutade" (capricho) y obsecación en su abdicación linguística, en su "dejar" el estrucuturalismo, romper los esquemas y "sucumbir". Dice en un momento :
"La sociedad se puede apoderar de la "máquina semiótica" y hacerla funcionar en la producción de nuevos clisés....ya no es preciso des-enmascarar los mitos (de eso se encarga la "Doxa") ;ahora hay que desquiciar el signo mismo, no cambiar ni purificar los símbolos ,sino,cuestionar "lo simbólico".

(Roland Barthes, Changer l´objet lui même, Esprit, 1951)


Hay una "Razón Barthes", es la Lengua, en ese discurso inaugural en el Collège de France, en la Cátedra de Semiología Linguística , nos avanza...

" un idioma se define menos por lo que permite decir que por lo que obliga a decir...."la lengua, como ejecución de todo lenguaje, no es ni reaccionaria ni progresista, es simplemente Fascista, ya que el fascismo no consiste en impedir decir, sino en obligar a decir." (R.B. El placer del texto y La Lección Inaugural, siglo xxI página 120).


No se puede discutir la Lengua, y "La Lengua" es el discurso(DEL PODER). Ese poder , que también dice Barthes "no es uno solo, sino son varios "Demonios".

Veamos esto, lo que se instaura es un discurso de poder, (Símbolos), que "obliga" a toda la sociedad, inunda la sociedad y triunfa lo "Simbólico". Eso es lo que Marx llama "el recuerdo de las ollas de Egipto" citado mas arriba en el 18 Brumario. Por eso, a la diáfana luz de la "Libertad" la vamos a ver en la medida de "salir" del poder, poder "construir fuera del poder y "abdicar" de lo "Simbólico".


TRES



La Restauración, (un fantasma recorre Europa), es el "fantasma". Los valores en un mundo "líquido" se transfiguran. Es la "fractura identitaria" en la "cosificación" fetichista. Hay un "quiebre" en esa "cosificación" . Los "valores de uso" (Real) mutan a "valores de cambio" (Fetichismo).

Así, como dice Murena(H.A), "hay que "ponerse" anacrónico. Si el discurso del poder, habla de "Globalización", hay que "Des-Globalizar", si se impone la restauración conservadora, hay que profundizar las conquistas de las mayorías, si re-surge la "derecha" , hay que ser mas de "izquierda". Abdicar del "Sincretismo"; ponerse "clasista". No ser mplice del sistema.


Ponerse en ese "relámpago fulgurante", como Simón Rodriguez "O inventamos o erramos"-



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Primera muestra de una auténtica vocación política lo es.doc















4 comentarios:

leatosto@hotmail.com dijo...

Muy bueno ángel , saludos
Enviado desde mi BlackBerry de movistar Profesional

deliapegea@hotmail.com dijo...

VUELA BAJO ", VUELA BAJO, QUE ABAJO ESTA LA VERDAD." Es muy complicado leer tus escritos, te lo grafico en plástica sería un collage abigarrado de trazos, colores y texturas, perdés el hilo conductor del texto porque tenés que parar mil veces para entender el significado de las palabrejas que utilizás. Te estás envolviendo en un sinsentido que sólo un retorcido va a leer. vA ESTO CON LA MEJOR ONDA. cARIÑOS. dELIA

El lector fugaz dijo...

El titulo deberia rezar, "La escritura" Drama en tres actos. Es asi como el drama deviene, tragedia, con el titulo solo expuesto en el segundo acto "La tragedia", la tragedia es el sinsentido del encadenamiento de significantes?, palabras?, ideas?, Conceptos, en el cual tratas de advertinos de algo que solo vos ves y que silo vemos tedos, intentas ocultar,para no ser castigado con el fracaso de la i-lectura.
Mejora tu vision. Que puede decir, un simple lector de tu escritura.

El fugaz lector dijo...

Veo que su insistencia por la escritura y su insistencia por la lectura de otros de su escritura ya ha perdido el fervor, diria casi la insistencia de ser leido.