Mañana se conmemorará como corresponde el día internacional de los trabajadores, en todo el mundo, menos ,vale señalarlo, en E.E.U.U.. Sutil acción que "sustrae" la sustancia épica de los primeros de mayo, desnaturalizando su origen, su historia y fundamentalmente su futuro. Los "Americanos", celebran el "Labor day", el primer lunes de setiembre de cada año, a partir de 1882. Los rastros, lo que "queda" de la revuelta de Haymarket, surge del subterráneo colectivo, son los invariantes de la memoria que fueron desparramados en el sentimiento de las grandes mayorías.
Luchaban por una jornada la boral de ocho horas, simplemente, su organización fundamentalmente anarquista , lanzó la voz de alerta. Fueron , por supuesto , reprimidos y la huelga cobró sus primeras víctimas. Es significativo el papel que cumplieron los medios de comunicación en esas jornadas. El "New York Times" retrató... " Las huelgas para obligar al cumplimiento de las ocho horas, pueden hacer mucho para parlizar nuestra industria, disminuir el comercio y frenar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero no lograrán su objetivo" ( http://es.wikipedia.org/wiki/
Volvamos a Chicago, los trabajadores se concentran a las puertas de la Fábrica de maquinarias agrícolas McCormick, que era la única que no había acatado el paro, la polícía reprime , produciendo seis muertos y un número no determinados de heridos. Uno de los manifestantes, periodista el, corre a su imprenta a realizar una proclama :
Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!
¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.
Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.
Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!.
Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden...
¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!
¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!.
Se pide "autorización" al gobierno para otra protesta, y se concentran en la plaza de Haymarket. Con tumultos, la marcha se disuelve , con un policía muerto y varios heridos.Comienza el proceso judicial.
El proceso e inicia contra treinta manifestantes, para quedar luego ocho condenados. Es relevante el relato que imprime como corresponsal del diario La Nación, Joé Martí: Relato de la ejecución
"...salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas plateadas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos... abajo la concurrencia sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... plegaria es el rostro de Spies, firmeza el de Fischer, orgullo el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita que la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora... los encapuchan, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos cuelgan y se balancean en una danza espantable..." ( http://www.me.gov.ar/efeme/
La memoria debe ser la reserva moral en la conciencia de las futuras generaciones, estos nombres silenciados en el despojo de la historia , nunca tendrán una trato decimonónico por parte de los vencidos.
Ellos son¨:
Prisión
- Samuel Fielden, inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil, condenado a cadena perpetua.
- Oscar Neebe, estadounidense, 36 años, vendedor, condenado a 15 años de trabajos forzados.
- Michael Swabb, alemán, 33 años, tipógrafo, condenado a cadena perpetua.
A muerte en la horca
El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de:
- Georg Engel, alemán, 50 años, tipógrafa.
- Adolf Fischer, alemán, 30 años, periodista.
- Albert Parsons, estadounidense, 39 años, periodista, esposo de la mexicana Lucy González Parsons aunque se probó que no estuvo presente en el lugar, se entregó para estar con sus compañeros y fue juzgado igualmente.
- Hessois Auguste Spies, alemán, 31 años, periodista.
- Louis Linng, alemán, 22 años, carpintero para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda.
( http://es.wikipedia.org/wiki/
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